Uno de los proyectos que queremos hacer este verano es el de crear música con el Scratch, y también con otras tecnologías de información y herramientas electrónicas. Una forma de acercar a las niñas y niños al campo de la tecnología es a través del arte. Es justamente creando y diseñando, donde ellos pueden comprender mejor el uso de las herramientas digitales, de los principios de la electrónica. Es lo que últimamente se llama el campo de las disciplinas MATIC (matemáticas, arte, tecnología, ingeniería y ciencia, que en inglés le llaman STEAM).
La idea es aproximar e introducir a las niñas y niños al uso de herramientas, instrumentos y nuevas tecnologías, esta vez a través de la música. Y que así desarrollen competencias de diseño y creatividad, a través de la experimentación con el sonido. Que usen la programación para crear sonidos, secuencias musicales y canciones. Que comprendan los principios de la música haciendo ruido, instrumentos electrónicos o mezclando su propia voz.
Así, para comenzar, vamos a hacer una introducción a la creación de música con el Scratch.
Música en el Scratch
Uno de los primeros puntos que hay que tomar en cuenta es que en el Scratch las notas están marcadas numéricamente, del 0 al 100, siendo el 0 la nota más baja y el 100 una nota aguda. Progresivamente va creciendo de semitono a semitono.
Así, por ejemplo, el número 48 corresponde a la nota DO, 50 al RE, 52 a Mi, 53 a FA, etc.
Con la función tocar nota yo puedo poner el número que quiero y el tiempo de duración de la nota, medido en pulsos. Existe otra función donde se asigna un valor para la cantidad de pulsos por minuto.
Componiendo en el Scratch
Pensemos en, por ejemplo, las primeras notas del pasaje más conocido de la Sinfonía 9 de Beethoven.
Repasemos algunos elementos básicos de música
Esta es una melodía de un compás de 4/4, de 4 tiempos por compás, tal como está allí indicado. Si una nota musical ocupa todo el compás, es que hablamos de una nota blanca. Si son cuatro notas las que ocupan el compás, es que hablamos de notas negras. Si dividimos cada nota negra en dos, tenemos corcheas.
En esta pequeña y corta melodía tenemos notas corcheas y un par de notas negras, que cubren dos compases. La primera nota, con la que arranca la melodía es un «mi».
Imaginemos ahora cómo lo transformaríamos al Scratch.
Esa nota «mi» le asignamos el valor 52. En Scratch no hay compases, sino pulsos por minuto, los cuales pueden variar. No hay blancas, negras o corcheas. Pero si le damos una duración en términos de pulsos, tenemos que respetar las proporciones. Si a una corchea le decimos que va a durar medio pulso (0.5), una negra debería durar 1 pulso, una blanca 2.
Así, la misma melodía en Scratch podría escribirse así.
Comparen con la imagen anterior. Están todas las notas de la misma melodía, pero escritas de otro modo. Estoy allí definiendo la ubicación en la escala (el número) y la duración (en términos de pulsos). En el pequeñito programa aquí presentado, la tecla espacio activará la melodía.
Pensemos entonces en cualquier melodía que queramos y escribámosla en el Scratch.
En otra próxima entrada veremos cómo podemos hacer secuencias simultáneas de varios instrumentos, usar el teclado (y también otros dispositivos externos) para activar o hacer música.
Otros recursos
El sitio web de la Academia Khan tiene varios recursos para introducirnos al campo de la música. Recomendamos comenzar con las notas y el ritmo.
Quisiera crear en programación scratch el ritmo candombe de Uruguay (ritmo de tambores) y me gustaría q me den alguna idea de cómo hacerlo. Gracias
Hola! Ese es un buen reto! Ahora experimentaremos con el Scratch y te decimos cómo nos va 🙂